Empareado

Exactamente a las diez y cuarto de la mañana
mirando, a través del cristal, la silla vacía del jardín
me he dado cuenta que ya no abro la ventana
por miedo que se escape lo poco que me queda de ti

asomado al recuerdo

asomarse a esas noches
es un vértigo,
como mirarte

ahora
desde tan lejos,
son tantas preguntas
como estrellas nos vieron

llorar y reír

muertos de miedo

bajo la inmensidad

de nuestros besos

de nuestras dudas

y pensamientos...