lo siento,
la última ola de frío,
ha sido culpa mía
os pido perdón
me dejé la puerta abierta
del invierno
de mi corazón
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pero no dice nada de ti, los días nunca se acaban no recuerdo cuando pero debí olvidar el camino hace algún tiempo cuando deje de dormir llevo años andando pero no llego al lugar tras las montañas creí que estaba cerca pero a mi paso el sol nunca se queda atrás los días son un atardecer interminable, es difícil pensar con esta cabeza pero debería detenerme quizá llegue la noche y tal vez la paz si alguien me prometiera que el sol no saldrá jamas.
Quizá quien no tiene costumbre no llegue a percibirlo, pero siempre queda vida bajo el hielo. Besos.
ResponderEliminarTambién el corazón tiene estaciones, pero por muy frío que venga siempre vuelve la primavera, el calor y las flores que se alimentaran del agua del deshielo... gracias por tus interesantes comentarios
ResponderEliminarUn beso de primavera.