Vuelvo a pisar viejos caminos olvidados
por los hombres que ya no sueñan
caminos estrechos, de tierra húmeda
de hierba alta
y a veces
niebla
niebla
que silencia mis pasos,
los tuyos
y hasta el viento
que ya no me habla
pero que te aleja un poco
en estas noches heladas
hielo
que me abraza mudo
junto con este dolor
único testigo presencial de mis palabras
y de lo que encierras
con tus labios en los de otro
labios
que quise robarte
y esconder en una caja
labios que de tanto desear
convertí en pecado
y junto al resto de nosotros
entre la niebla
se han marchado
cierro los ojos y tus labios aún muerdo
murió el amor, sobrevive el recuerdo
pues mi dolor todavía es interno
busco el calor, en mi alma todavía es invierno...
Rapsusklei
Sólo aquello que amamos nos distingue
ResponderEliminaren medio de la noche.
Es amar y tender las manos
lo único que, por tanto, puede hacerse.
Suele ocurrir en mayo o junio,
cuando el sol va muy alto
y buscamos con ansiedad entre los árboles
sin saber con certeza qué,
y nos inquietamos diciendo «cuánto tarda»
sin habernos citado antes con nadie.
Sólo aquello que amamos
es capaz de decirnos quiénes somos.
Suele ocurrir en mayo o junio,
y hay quien se enamora de sólo una palabra
y quien se enamora de unos labios cerrados.
Pero es preciso andar sin preguntarse adónde
hasta sentir la voz que llama desde lejos,
y que repite un nombre que ignorábamos.
Ese nombre es el nuestro,
y es a nosotros a quien llama.
Antonio Gala
Un beso desde mis Amanteceres
Preciosa réplica, muchas gracias ^_^
ResponderEliminarUn beso desde mi azotea