ese de grillos y hojas temblando
desaparece el camino a mis pies
como el silencio en las ciudades
sobrepasaste mis sentidos
y ahora no siento nada
al menos como antes
me he detenido frente a la iglesia
junto a su memoria y sus campanas
como una cigüeña que vuelve a casa
preguntándose como empezar a construir
algo tan grande, con casi nada
ya no sé si tengo manos o anclas
ya no sé, si alguna vez lo supe,
donde esta el norte ni quien lo tapa
ya no sé donde darte un beso
ni donde esconderme después
para evitar que me preguntes
ya no sé si alguna vez lo estuve
ni como lo podré evitar
por que en el cielo las nubes
me dicen: saldrá mal
no pronuncies
no repitas ese verbo
nunca más
por suerte o por desgracia, cada vez sé más de ese verbo...
ResponderEliminar