sin sed

para qué nos vamos a engañar
ayer por esto, mañana por lo otro
hoy por ti, mañana por la soledad
ahora por las heridas,
después por la cura...
¿qué más da?

ya me acostumbré
a esta angustia
de beber la vida sin sed
y sentir sólo
el hambre de tus huesos,
ya me resigné
a soñarte 24 horas al día
vestirme de hojas secas,
pintar mares sin orillas
y ahogarme sin nadar

he aprendido
a desear el deseo
a pedir limosnas
en lugar de besos
y a comer
de lo que la gente le sobra,
para qué nos vamos a engañar
por mucho que yo quiera querer
tú sólo querrás querer olvidar,
seguiré despierto a estas horas
esperando
que se abra la puerta
y me digas:
vente a la cama, es tarde ya
seguiré con miedo a acostarme
y mojar la cama con tu ausencia
y mis lágrimas y mis letras,
miedo a este silencio
cuando se acaba una canción
al de mis pensamientos
al de las noches en vela
de las que tú no tienes la culpa,
o al menos
no puedes tenerla ya
de forma presencial

¿qué más da?

si el mundo se acaba 

yo no voy a llorar, 

ya sequé mis lagrimas

 por no poder volar...