jueves, 8 de marzo de 2012

marca de la casa


es una característica propia
esculpida a lo largo de los años
y digo años, así como si tal cosa,
como si no pesaran en mi espalda
por el simple hecho
de no celebrarlos
o no decir a nadie
cuando los hago.
es simple:
si no esperas nada
que no pase 
no te defrauda
y si algún día ocurre,
aunque no sea tu cumpleaños,
el pequeño detalle 
se convierte
en el mejor de los regalos.





2 comentarios:

  1. Pues yo no me resigno a esta estrategia. Durante muchos años me acostumbré a sobrevivir con las migajas del pastel de cumpleaños que intencionada y sistemáticamente se me negaba. Un día dije basta. Y ahora quiero hasta los globos que odié desde niña. Entiéndeme bien, hablo metafóricamente... Besos. Y siete veces felicidades, sea cuando sea tu gatuno cumpleaños.

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  2. siete veces gracias... últimamente tengo mucho tiempo para reflexionar sobre los, a veces, extraños actos que realizo... no sé si me ayuda a mejorar o reafirmarme en ellos, pero si he aprendido que casi todas las cosas tienen un por que y hasta que ese motivo no cambie en el día a día, los actos, incluso en otros círculos, me llevan al mismo modo de reaccionar...
    y el octavo, gracias, por hacerme pensar.
    un besin

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